Lo escribiremos en nuestros ratos libres o a las 3 a.m, del orto, bebiendo vino, hidromiel casera (pues pobreza) o té y llorando porque estamos menstruando (y a nadie le gusta sufrir cólicos y perder sangre -o quizá si, quien soy yo para juzgar a todas las mujeres del mundo).
Se compartirán recetones para combatir la macrisis, la vagancia y la vida del estudiante pobre y tiradísimo, reseñas de anime (de la mano de nuestra experta Felipa), y de películas y series, anécdotas de nuestra vida en el campo, del uso de drogas, de situaciones paranormales (de campo también, pues somos la versión moderna de Laura Ingalls, y si en el campo no nos inventamos leyendas para mantener la vida interesante, ¿que más podríamos hacer?), reseñas de cafés, heladerías, bares, restaurantes, etc, entre muchas otros flayasos que se nos ocurran en el proceso.
El blog es obviamente experimental. No tiene estructura de nada. Solo queremos entretenernos.
Los invitamos a empaparse de la sabiduría menos sabía de todo internet.
Bienvenidos a ¡Ay! Perdón señora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario